martes, 21 de abril de 2009

ENTREVISTA HELENA HERRERO, PRESIDENTA DE AMAMANTAR ASTURIAS: "La lactancia de un niño mayor es una expresión de la intimidad emocional"

*Helena Herrero, presidenta de Amamantar Asturias, junto a sus tres hijos.

Debe mucha de su inspiración a Casilda Rodrigáñez, y está convencida de que las madres y su hijos deberían ser el centro de nuestra red social, y que el resto, debería disponerse alrededor de ellos, "cual capas de una cebolla". HELENA HERRERO es madre de tres hijos, consejera certificada de lactancia, enfermera y presidenta de la Asociación de apoyo a la lactancia AMAMANTAR ASTURIAS (http://www.amamantarasturias.org/), desde donde da apoyo a las mujeres en su derecho de amamantar a sus criaturas con placer el tiempo que deseen.

*¿Qué es el pecho para el bebé?
El pecho es la continuidad del acogimiento que la mamá da al bebé tras la vida intrauterina, puede ser una segunda conexión íntima entre madre y criatura, tras el cordón umbilical, con todo lo que ello significa, especialmente los primeros meses.

*¿Y para la madre?
Básicamente lo mismo, pero además es una oportunidad de vivir un aspecto de nuestra sexualidad femenina desconocido.

*¿Cuál es el “truco” para tener una feliz lactancia en los inicios?
Creo que lo más importante es sentirse animada y segura de nuestro poder femenino y de la sabiduría instintiva que madre e hijo/a tienen. Pero es necesario que las circunstancias se presenten de forma favorable: que la anatomía boca-pecho encajen bien, que la madre se sienta reforzada en su intención de amamantar y que encuentre facilidades para ello, tanto del medio familiar como sociosanitario. Dos elementos facilitadores clave son: Un embarazo y nacimiento respetuosos y la no separación de nuestras criaturas tras el nacimiento. De ahí la importancia de la nueva Estrategia de Salud de Atención al Parto normal, impulsado desde el Observatorio de Salud de las Mujeres a todas las Comunidades Autónomas, y que trata de mejorar la atención al nacimiento y al postparto.

*A estas alturas, todo el mundo tiene claro que dar el pecho es lo mejor, con diferencia... Pero, ¿hasta cuándo? Como especie, ¿hasta qué edad “deberíamos” mamar?
La Organización Mundial de la Salud habla que, como mínimo, es importante hasta los 2 años y continuar hasta que ambos quieran. Cada niño/a tiene unas necesidades dentro de nuestras condiciones comunes filogenéticos, también cada mujer tiene motivaciones y deseos bien distintos. Podríamos decir que el destete natural más frecuente tiene lugar entre los 4 y 6 años, aunque hay casos descritos de lactancia prolongada hasta los 8-9 años. La lactancia de un niño/a mayor, es decir más allá de los 2 primeros años, es muy distinta de lo que imaginamos, tiene menos importancia como aporte alimenticio y para madre e hijo/a es más una expresión de la intimidad emocional. Y esas cosas no se normativizan, forman parte de de una esfera muy, muy personal.
Hay niños/as que se destetan antes de lo que desean sus madres, y al revés. Son cuestiones muy personales, nadie tiene derecho a regularlo desde el exterior.

*¿Crees que las madres estamos preparadas para esa entrega?
Las madres somos madres siempre, desde antes que pensamos en serlo, y por tanto siempre hay entrega, les gestemos o no, les amamantemos o no… Mi pregunta es si no hemos perdido muchas oportunidades de disfrutar también de esa entrega, y si la sociedad ve el valor intrínseco de eso sobre los individuos y las sociedades, y, por tanto, plantea un modelo de organización social que favorezca esa entrega. No es lo mismo ser “custodiados” que ser cuidados, mimados y acompañados. No es lo mismo cuando una madre puede deleitarse viendo crecer a sus criaturas, favoreciendo un desarrollo armónico que “empujando ese desarrollo” en función de no disponer de tiempos adecuados para cubrir esas necesidades y expectativas naturales. Las criaturas humanas se desarrollan lentamente en sus primeros años y en situación de apego a la prole: primero a su madre, padre y hermanos, luego a su círculo de amigos-as, pareja y a su nueva familia.

*¿Crees que trabajo y lactancia son compatibles?
En muchas ocasiones sí, quizás más de las que imaginamos inicialmente. En nuestra asociación hay mujeres que amamantan con frecuencia fuera de los tiempos laborales, las hay incluso que también en estos, porque sus familiares se les acercan. Otras optan por extraerse su leche y dársela, y otras se apoyan en otros alimentos apropiados para su edad en su ausencia. En general, el bebé se adapta al ritmo de su madre, por duro que pueda parecer para ambos. Para la gran mayoría que optan por la continuidad tras incorporarse, la lactancia se convierte en una oportunidad de prolongar es burbuja de corporalidad íntima con sus pequeños/as. El problema en España es lo temprano que se inicia esa incorporación, ni las madres ni las criaturas se merecen algo así. Permanecer junto a nuestros hijos/as en sus primeros años, no es una licencia de descanso, es una inversión de futuro.

*¿Qué pasó con la campaña de recogida de firmas para pedir los seis meses de baja por maternidad?
Se recogieron más de 200.000 firmas, pusimos este asunto sobre la mesa de nuestros responsables políticos, provocamos un cierto debate en algunas esferas sobre el valor de la maternidad y también de la lactancia. Se consiguieron algunos avances con la nueva Ley de Igualdad: una pequeña ampliación del permiso para madres con hijos/as nacidos prematuramente, también a aquellas con hijos/as con minusvalías, el derecho a acumular las horas de lactancia en un permiso adicional, el permiso para padres…Pero es muy necesario ampliar el permiso maternal ya.

*¿Cuáles son los mayores problemas a los que se enfrentan las mamás lactantes?
El primero es que las mujeres, en general, hemos perdido la confianza en nuestra capacidad instintiva de amamantar. La sociedad en que vivimos(familia y sanitarios en primera instancia) ha tratado de regular un proceso que, salvo excepciones, se regula solo. El bebé sabe cuando y cuánto ha de comer, e incluso cómo, es decir el bebé con dificultades trata de “arreglárselas” en esas circunstancias: “Es un buen bailarín al que hay que seguir sus pasos”. Para esto la madre ha de estar muy, muy instintiva, y para eso es necesario que los círculos de apoyo se refuercen favoreciendo esa actitud, sin alertas innecesarias, sin ocupaciones innecesarias, en los tiempos adecuados y en la intimidad necesaria.
En segundo orden están las facilidades que se nos den, y lo que se nos refuerce en nuestra condición de madres que amamantamos, en estas cuestiones hay que luchar por lograr un mayor empuje a las políticas familiares y el reconocimiento del valor intrínseco de una crianza con apego: Tiempo, lugares y recursos que faciliten que los hijos e hijas permanezcan cerca de sus progenitores.

*En estos momentos, ¿las madres que amamantan pueden estar con sus hijos en los hospitales si los pequeños deben ser ingresados?
En general sí, cuando los niños/as son recien nacidos sanos que tienen que reingresar después. Pero contra todo sentido común, los más desvalidos, aquellos que nacen antes de tiempo o que tienen dificultades al nacer, en más del 50% tienen un horario restringido de entrada para los padres; y esto es una gran barrera para instaurar una buena lactancia, además de una gran fuente de estrés para todos/as.
En estos momentos el proyecto HERA, trata de desarrollar una ampliación y mejora en la humanización de los cuidados neonatales en España: el hospital 12 de Octubre de Madrid, el Joan XXIII de Tarragona, el Vall de Hebrón de Barcelona son pioneros en estos cuidados; mejorando enormemente la satisfacción de profesionales y usuarios, logrando mejores tasas de lactancia y ahorrando gastos tecnológicos innecesarios y sufrimiento innecesario también. Las madres son las mejores incubadoras para nuestros/as pequeños/as, aportamos calor, amor y alimento.

*¿Cuál es el papel del padre en la lactancia?
Antes las mujeres se apoyaban más en otras mujeres de su entorno en la crianza, ahora las familias se han dispersado y las mujeres se incorporan tempranamente al mundo laboral, así que los padres( u otros familiares en su ausencia) son parte fundamental del entramado básico de apoyo a la crianza. Los “papás aka” del Congo Brazaville son los “mejores papás del mundo”, sus bebés permanecen el 47% de su tiempo en sus brazos, es más, utilizan sus pezones “como consuelo” hasta que alcanzan el cuerpo de sus madres. Pero no solo ellos, los papás suecos les siguen en los tiempos que permanecen en brazos a sus pequeños/as... ¡hay esperanza para Occidente!

http://www.amamantarasturias.org/

1 comentario:

Ileana Medina dijo...

Muy buena la entrevista.
Me ha gustado tropezarme con tu blog.
Te enlazo al mío.
Un abrazo!!!
http://www.tenemostetas.com